sábado, 28 de abril de 2012

Montaje tricóptero con indicador

Con este montaje, no enseño nada nuevo bajo el sol, simplemente, cómo los hago yo. El indicador de foam es muy adecuado para gente como yo, que no ve la mosca aunque mi buen amigo de La Cándana me ponga el cuello color cangrejo. La primera vez que vi ese indicador fue en los montajes de Sergio López, pescador al que entrevistamos hace unas semanas. Aunque me consta que este sistema se lleva usando tiempo.

Por otro lado, el hecho de añadir CDC como parte de las alas, creo que aumenta considerablemente la flotabilidad de la mosca, prescindiendo de un hackle.

MATERIALES

- Anzuelo recto del #14. La marca... la que cada uno tenga a bien.
- Hilo de montaje: yo he usado el primero que he pillado, pero quizás sea más apropiado usar otro tono.
- Alas: Pelo de ciervo o corzo color natural y una punta de pluma de CDC gris clara
- Cuerpo: tres plumas de avestruz oscuras. El color no me atrevo a decir cual es; soy un poco daltónico.
- Brinca: tinsel plano plata
- Indicador: una tira de foam amarillo cantoso

MONTAJE

Fijamos el hilo de montaje de la mitad de la tija hacia atrás (dios mío, esa mordaza está para tirarla)



Atamos las tres plumas de avestruz y el tinsel



Llevamos la seda de montaje hacia el ojal del anzuelo, enrollamos las plumas de avestruz avanzando hacia el ojal y las fijamos. A continuación, brincamos dos veces; una de alegría y otra para formar los segmentos del insecto con el tinsel plata.



Fijamos la punta de CDC dejando la longitud definitiva de las alas



Ahora ponemos un mechoncillo de pelo de ciervo, lo atamos y le damos una sesión de peluquería si, como yo, no sois muy finos montando este material



Colocamos el indicador de foam haciendo una pequeña burbuja y tratando de disimular el hilo de montaje. Yo, como soy un chapucero, lo dejo que se vea.



Mosca terminada. Teóricamente, sería bueno disimular la zona del indicador con un poquito de dubbing para que no se vea el hilo, pero bueno, al final subirán a por ella las truchinas ¿verdad?


Hasta otra.

martes, 24 de abril de 2012

Conversando con... Alfonso Mazuelas

Este burgalés, guía de pesca y montador, nos deleita casi semanalmente, con sus videos en los que muestra unas excepcionales capturas, señal de su saber hacer y de la buena mano que tiene en esto de la pesca. Alfonso nos deja, aparte de la entrevista, una pequeña biografía a modo de introducción.

"Desde pequeño me recuerdo en la ribera de un río. Mi querido Arlanzón.
Las horas se convertían en minutos y mi vida sin darme cuenta se iba, junto a aquellas corrientes sinuosas y revoltosas que el río dibujaba.
Los años han pasado, pero aún puedo sentarme en aquella piedra donde, con tan solo cinco años, observaba todo lo que el río podía ofrecerme.
No resulta fácil no añorar tiempos pasados, pero a día de hoy sigo sintiendo las mismas emociones.
¡¡Me siento vivo siendo pescador y conservador!!"

¿Cómo te aficionaste a la pesca?
Gracias a mi padre. Un gran pescador de mosca ahogada.
Aún logro visualizar en mi mente aquellas escenas de pesca. Mis primeros pasos.

La trucha, cuando te enamora, es muy absorbente. ¿alguna "infidelidad" confesable con otras especies?
Hasta ahora ninguna. He pescado todas las especies que tenemos al alcance y he de reconocer que como terapia "anti-mono" es muy buena.
Aunque si bien es cierto me gustan las cosas ordenadas. No creo en los descastes, pero si en que las zonas trucheras de nuestros rios permanezcan libres de especies alóctonas que puedan influir negativamente a nuestro mayor tesoro: la trucha común.

¿Una trucha de un kg o veinte palmeras?
Fifty Fifty. Reconozco que me encanta tentar a esas grandes truchas que a dia de hoy tenemos el placer aún de poderlas pescar y que a fin de cuentas son la salsa de nuestras jornadas de pesca. Pero en ocasiones uno necesita llegar a un río y observar vida en él. Movimiento.
Hay jornadas en las cuales la cantidad y la diversión está por encima de la calidad.
Cuando voy a salir de pesca e incluso con clientes siempre hago la misma pregunta:
"¿Cantidad o Calidad?"

En esta vida llena de prisas, estrés y obligaciones de todo tipo, ir a pescar es un privilegio. En tu caso ¿cuánto tiempo puedes disfrutar de esta apasionante afición?
Pues afortunadamente para mí, puedo decir que en ésto soy un privilegiado. Sin cargas familiares que me mantengan lejos del río y con una "parienta" permisiva, a la cual le gusta la naturaleza, me graba los mejores videos posibles en acción de pesca e incluso me saca las mejores fotos para el recuerdo...
Con semejante marco puedo asegurar que son muchos los días en los cuales mi vida se basa en una simbiosis que para mi ha llegado a ser una necesidad:
Del trabajo al río y del rìo.............al trabajo.

Imagina que por cuestiones laborales tienes que irte dos años fuera de España pero pudiendo elegir según tus gustos de pescador ¿Cuál sería tu destino?
Nueva Zelanda. Sin lugar a dudas.
Para mí es un paraiso de pesca y, sobre todo, de lo que a mi más me gusta; pesca a mosca.
Es una modalidad con la cual llevo muchos años identificado y creo que éste pais tiene un grandísimo potencial para poder pescar truchas a mosca.
Y lo que es mejor aún, pescarlas a pez visto, con lo que a mí me gusta.

Pregunta tipo test. Llevas media mañana sin tocar un solo pez, mientras un pescador que hay 100 metros más abajo no para de sacar:
a) Piensas que te has equivocado de sitio
b) Te sientas a observar al afortunado pescador
c) Te acercas y le preguntas diplomáticamente cómo está pescando
d) Replanteas tu estrategia y empiezas de cero.
e) Te vas a casa. Hoy no es tu día. Las pintonas ganaron la partida.
Las preguntas tipo test siempre se me han dado mal y si encima me pones tantas opciones, acabas por matarme.
Así que te digo lo que haría en la situación planteada:
Me sentaría observándolo, no me importa con qué pesca,sino cómo pesca.
Sus movimientos, su forma de hacer derivar la mosca.
Analizaría dentro de lo posible todo cuanto entra en contacto con el río en ese momento presentando especial atención en la técnica usada y en la forma de ejecutarla.

La pesca es una mezcla de suerte, experiencia...
Yo soy de los que opinan que la suerte no existe.
Cuando en media mañana has sido capaz de clavar dos ejemplares por encima de los 50cm y tu compañero no llega a explicarse "porqué a ti sí y a mi no"  a buen seguro que no es por suerte, sino por razones obvias.
La precisión y la depuración de la técnica es importantisimo para un pescador que acude al río sabiendo lo que debe hacer y cómo debe hacerlo.
No creo en las casualidades.
Por supuesto que la experiencia es indispensable.Sabe más el zorro por viejo..............

Cuéntanos la mejor jornada que recuerdas sin que el motivo hayan sido las capturas.

Las mejores jornadas que recuerdo son aquellas que pasé junto a mi padre, con apenas cinco años de edad, en las cuales no era capaz aún de soportar aquella pesada caña de 3 metros de largo con mis manos, de la que colgaba un aparejo de moscas ahogadas.
Mientras mi padre ejecutaba el lance, yo agarraba la caña firmemente y a la vez recuperaba linea lentamente, acumulándola en aquel viejo Sagarra.
No perdía ni un momento de mi vista aquel buldo que indicaba dónde estaba mi aparejo.
Clavar en esos momentos un precioso ejemplar de trucha común sin importar el tamaño, era el premio a la unión que sólo puede experimentarse entre un padre y un hijo.

A veces llevamos en el chaleco más chismes de los necesarios, pero ahí van, por si acaso. ¿Tu "excedente" pesa mucho?
¿Que si pesa? Cada dia mas!!!
Imagino mi chaleco y no hago mas que observar bolsos por todos los lados. Pues todavia se me queda pequeño.
Cajas, flotabilizadores, monofilamentos, fluorocarbonos, desanzuelador, cámara de fotos, bobinas de repuesto del carrete, termómetro.............es increible lo que podemos llegar a almacenar.
Y lo mejor de todo es que nunca lo sacas, porque siempre hay un día, aunque solo sea uno en toda la temporada, que te hace la función necesaria.

Para terminar, tema libre. Despide esta entrevista con lo que quieras; un pensamiento, un deseo, una inquietud, un consejo...
Desde hace unos cuantos años comencé a ver la pesca desde otro prisma. Desde el prisma de la pesca sin muerte.
A día de hoy (pese a la fuerte crisis) gracias a Dios no nos vemos necesitados como para tener que acudir al río en busca de "carne".
Es por ésto, unido a que las condiciones de nuestros ríos cada vez son mas precarias, por lo que creo que el captura y suelta pasa por un momento delicado y creo que debe ser el camino a seguir por todos aquellos que practicamos este deporte.
No trato de convencer a nadie, sino simplemente plantearles por un momento que sin nuestras truchas en los ríos, éstos están tristes y junto con ellos nosotros, los pescadores, que volvemos a casa desolados, pues aunque siempre nos escudamos en decir que "hemos pasado un buen dia de campo" todos sabemos que al pescador lo que le gusta es pescar. Pescar y mantener vivos esos recuerdos de ese lance en aquella postura, la cebada de la trucha, la pelea...
Respetemos a nuestro adversario para poder seguir viviendo con todo ésto y no acabar con este maravilloso privilegio con el que contamos a día de hoy.

Como colofón a esta entrevista, os dejamos unos enlaces de video en los que podéis comprobar los "pececitos" que suele capturar Alfonso. Desde aquí le damos las gracias por su amabilidad.

VIDEOS DE ALFONSO MAZUELAS

domingo, 22 de abril de 2012

22 DE ABRIL. LA MAGDALENA SIN AGUA

Así de triste y así de sencillo. En vista de que el día de la apertura no se dió mal del todo, decidí repetir en este lugar. Mi sorpresa fue al llegar. Sabía por la información de la página del Sistema Automático de Información Hidrológica del Duero, que apenas estaban soltando agua, pero confiaba en que las últimas lluvian hubiesen mantenido el caudal del primer día. Pero no. Me encontré con una merma de altura de más de medio metro.

Este tramo, para que vaya en condiciones óptimas para la pesca, necesita más de 1 metro de altura de lo que me encontré hoy. Y eso que en 24h había ganado el embalse 4,45 Hm3, es decir; 4450 millones de litros. 
El caudal ecológico al garete. Las riberas están secas, los fondos colmatados, y los pescadores... bueno hoy éramos tres o cuatro infelices tratando de conseguir lo imposible.
Ni que decir tiene que hoy me he marcado el primer rosco de la temporada, pero eso es lo de menos. Aunque con todo y eso, todavía una trucha que salió de uno de los escasos lugares donde resguardarse, osó pegarle una dentellada a una de mis ninfas.

En fin, la semana que viene buscaremos lugares un poco más cargados del líquido elemento. Mientras tanto, rezaremos para que los de arriba decidan usar la lógica en lugar de la caja registradora.

martes, 17 de abril de 2012

Conversando con... Oscar del Blanco



Hoy responde a nuestro cuestionario, Oscar del Blanco, otro de los miembros de Moscas de León. Extraordinario montador, gran pescador y mejor persona. Oscar es un tipo tranquilo, y parece que ese carácter le viene muy bién en el río, un lugar en el que hay que tomarse las cosas de forma pausada.

¿Cuántos años llevas pescando?
Puedo decir que desde que tengo uso de razón. Mi primera licencia la saqué con 7 años y ya llevaba pescando...

¿Qué técnica es la que practicas de forma más habitual?
Pesca a mosca seca y ninfa, en todas sus variantes, aunque practico todas las modalidades de agua dulce y todas las especies. Me encanta la pesca a ballesta que descubrí hace tres temporadas, y la ahogada leonesa, en especial cuando puedo bailar una saltona sobre cebadas.

Si tuvieras que pescar toda tu vida con una sola mosca ¿cuál elegirías?
Sin duda una ahogada leonesa, y puestos a elegir una saltona (ahogada de doble ala) para pescar bailándola.

Se sincero, ¿cuántas moscas de las que llevas en la caja no han salido nunca de ella (ni van a salir)?
Todas van al agua, aunque muchas por poco tiempo. En este momento mis cajas son un compendio de I+D de Moscas de León.

El que quiera peces que se moje el culo: ¿hasta qué punto estás dispuesto a mojarte las posaderas por una buena trucha?
Pues nada... será por truchas, nunca me obsesioné con ningún pez. Eso si, soy muy tenaz y si quiero un pez insisto hasta quedarme sin opciones.

¿Bocata y bota de vino, o eres de los que, pescando, se olvidan de que hay que alimentarse?
De los que comen como los ciclistas, sin "bajarme de la bici", jejeje. Y si pican, si, me olvido de comer hasta después del sereno, pero normalmente dejo decidir a mi compañero de pesca de cada día, ya que entiendo que no todo el mundo puede mantener este ritmo.


Pregunta comprometida, ¿qué sueles hacer cuando llevas toda una jornada sin pescar un pimiento? No vale lo de "disfrutar con el entorno", no te tires pegotes.
La verdad es que suelo irme con bastante mala leche, aunque hay días que es verdad que me da igual pescar que no y me dedico a buscar bichos, mirar el río, hacer fotos, mirar a otros pescadores...a aprender al fin y al cabo.

Dicen que los pescadores somos muy exagerados. En las tertulias de pesca ¿cueces o enriqueces?
Si, en mi casa cocino yo... en serio, suelo cocer, la mentira no me gusta nada. Admito que cuando cuento alguna anécdota, enriquezco, pero solo para reirnos un rato ;)

Danos tres razones para no dejar nunca de pescar.
Las mías 1- Me pongo realmente insoportable cuando llevo tiempo si pescar.
2- Es el único momento en que soy yo mismo y mi circunstancia. El río pone a cada uno en su sitio.
3- DEJAR DE PESCAR!!! ¿¿¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ???

Por último, tu río predilecto desde siempre y para siempre.
Sin duda el Esla, en él nací como pescador y la imagen que mi imaginación evoca cada vez que sueño con la pesca: un sereno de mañana de verano lanzando en la soledad de la tablona de Gradefes.

Gracias a Oscar y esperamos compartir una jornada de pesca con él. Si no pescamos, al menos nos dedicaremos a buscar bichos.



domingo, 15 de abril de 2012

14 DE ABRIL ¡QUÉ FRÍO!


Esta jornada, fue de las más incómodas que he pescado en mucho tiempo. Y no es que las condiciones climatológicas fueran terriblemente adversas, pero por H o por B, volví a casa muy cansado y con el frío metido hasta el último hueso.

La temperatura rondaba los 9º, pero soplaba un viento del norte "muy cabrón", como dirían por aquí.
De modo que la sensación termica sería de unos 3º y mucha humedad. El lugar elegido fue de nuevo el Orbigo. No me apetecía repetir río, pero las opciones eran escasas porque acudir a sitios más cercanos a la montaña suponía riesgo de lluvia o nieve. Enseguida comencé a darle a las ninfas y enseguida llegaron las primeras picadas, pero como la semana anterior, escupían que daba gusto. Aunque pronto clavé la primera -y última de la jornada-. Siento no aportar el documento gráfico de la captura, aunque no tengo ningún reparo en contar que la osada trucha no superaba los 10cm.

En esta jornada, hice mucha "pierna", intentando encontrar sitios que estuvieran resguardados del molesto viento. Aunque ciertamente, para pescar a ninfa tampoco había muchas tiradas.
Como se puede ver en la foto, el río bajaba muy corto de agua. Lo poco que ha llovido hay que ir reservándolo en los embalses para cuando lleguen tiempos peores (¿peor que ahora?)

Durante 1/2 hora, pesqué una zona del río que nunca había visitado, y en una pequeña corriente, trabé una pieza gorda que decidió que me iba a dar la tarde. Y lo cumplió; tres coletazos y adiós.
Casi a la par, y por el rabillo del ojo, observaba cómo dos pescadores bajaban ninfeando a toda leche y se acercaban hasta mi posición sin dejar de pescar, y sin pensar que a lo mejor me apetecía seguir probando suerte en el tramo que había ocupado. Cuando ya estaban a pocos metros de mi posición, me marché, básicamente para no entrar en una absurda discusión. Hala, que les aproveche.
Gente así, desde luego, sobra en las riberas ¡qué ansia, por dios!

Por otro lado, me llamó la atención que, a pesar del día tan desapacible, el número de pescadores era muy alto. Me crucé con unos quince. Rectifico: me crucé con unos trece más dos maleducados.

En resumen, pasé mucho frío y las truchas las encontré muy apáticas. Aún así, jornada positiva, porque van funcionando cosas nuevas que vamos probando y las pintonas aún están por ofrecernos lo mejor.

Hasta la semana que viene.

martes, 10 de abril de 2012

Conversando con... J. José Ocampo

Y esa trucha volvió al agua

Esta semana, responde a nuestro cuestionario, J. José Ocampo, aunque algunos le conocemos como José Río Cea. Miembro activo de Asociación Pescaleón y persona tranquila y entrañable donde las haya, aún no he tenido el placer de compartir una jornada de pesca con él, aunque esta temporada no te escapas.

¿Cuántos años llevas pescando?
Unos 35 años.

¿Qué técnica es la que practicas de forma más habitual?
La pesca a mosca con cola de rata.

Si tuvieras que pescar toda tu vida con una sola mosca ¿cuál elegirías?
Difícil, seguro que sería un tricóptero.

Se sincero, ¿cuántas moscas de las que llevas en la caja no han salido nunca de ella (ni van a salir)?
Antes muchas, ahora pocas, porque lo que hago para probar lo pruebo en todas las circunstancias y si no vale la deshago.

El que quiera peces que se moje el culo: ¿hasta qué punto estás dispuesto a mojarte las posaderas por una buena trucha?
Hasta el punto de llevar el vadeador al límite o más.

¿Bocata y bota de vino, o eres de los que, pescando, se olvidan de que hay que alimentarse?
 Depende, si voy solo no me acuerdo ni de comer, y si voy con amigos, el bocata y el vino.

Pregunta comprometida, ¿qué sueles hacer cuando llevas toda una jornada sin pescar un pimiento? No vale lo de "disfrutar con el entorno", no te tires pegotes.
Pues por regla general, me siento en una piedra, en el medio del río preferiblemente, y a observar. Con esta técnica he aprendido mucho.

Dicen que los pescadores somos muy exagerados. En las tertulias de pesca ¿cueces o enriqueces?
Procuro enriquecer, siempre estoy dispuesto para aprender algo y enseñar lo que se.

Danos tres razones para no dejar nunca de pescar.
Solo te voy a dar una razón para dejar de pescar: "que mi cuerpo y mi mente no me dejen" Todo lo demás son razones para no dejar de pescar.

Por último, tu río predilecto desde siempre y para siempre.
El Cea.

Gracias a J. José por dejar que conozcamos un poco más de su personalidad como pescador. Si alguna vez véis a lo lejos un pescador sentado tranquilamente en mitad del río, acercaros, porque es muy probable que sea él. Y merece la pena conocerle.



domingo, 8 de abril de 2012

8 DE ABRIL: RIO ORBIGO

Aprovechando que hoy tocaba comida familiar en Astorga, aproveché para hacerle una visita por la tarde al Tuerto con la esperanza de que la lluvia caída días atrás, hubiese cambiado el panorama. Apenas me asomé al río en Quintana de Fon, me dije "plan B".
El plan B no era otro que ir al Orbigo, y dado que tenía poco tiempo para pescar, unas 4 horas, enfilé para Cimanes del Tejar, ese tramo que año tras año me prometo no volver a pisar porque año tras año está peor que el anterior.


 Lamentable cómo han dejado la orilla que pega a la piscina fluvial, sin árboles

Rondaban unos agradables 14ºC, que para pescar está pero que muy bien. Como la jornada me la había tomado en plan relax y, francamente, con ninguna perspectiva de pescar algo, ni me molesté en andurrear a lo tonto. Me puse aguas arriba del puente, y empecé a darle estopa al salto de agua que decora esa zona. Enseguida a comencé a sentir una picada detrás de otra, con cierto frenetismo. Alguna revolqué, pero era incapaz de llevar a la mano alguna de esas picadas.

Después de incontables toquecitos, saqué la primera y me di cuenta de cómo sería el resto de la tarde. No se si los ejemplares mayores se reservan para los meses más calurosos, pero yo no los caté.

Una pequeñaja muy osada

El agua no bajaba muy fría, el caudal era cortito. De hecho, estos días, el único aporte extra que ha recibido proviene de la lluvia, por un lado, y del Omaña, por otro, porque el embalse de Selga no estaba soltando agua días atrás.
Continué haciendo "brazo" y, entre picada y picada, comprobé el terrible poder de las palas, capaces de dejar un paisaje, antaño más salvaje, convertido en una avenida fluvial fea y desangelada.

Al fondo, se aprecian los movientos de tierra hechos por las palas

En cualquier caso, una jornada positiva, porque para mi, cuatro truchillas como las de hoy suponen una gran diversión, y aunque ya me gustaría haber sacado alguna más rellenita, me satisface comprobar que las ninfas que hago funcionan. Además de no irme bolo para casa.

Pobre, si no estiro el dedo ni se la ve

Este fue el "monstruo" de la jornada

¡Os juro que en la mano había una trucha, pero la muy ingrata
no esperó para hacerse la foto!

A veces, vuelves a casa con más material del que llevabas.
Estas ninfas también las "pesqué" de manera fortuita

EL final de la jornada

LA CULPABLE DE HOY

Lo prometido es deuda. Hoy probé el montaje de la ninfa que os mostré en artículo anterior, y fue la que se llevó el gato al agua, ya que pescó las cuatro truchas del día y revolcó otras dos. El resto de picadas, estoy seguro de que se las llevó también este perdigón.
Mi campeona. Esta me va a dar muchas alegrías


jueves, 5 de abril de 2012

Montaje perdigón tricolor

Como primer montaje que traigo a esta página, os muestro una sencilla ninfa que se me ha ocurrido en un rato de aburrimiento. A falta de poder ir a pescar, bueno es montar.
Se trata de un perdigón de los "no naturales", más que nada por los colores utilizados.
Vaya por delante que aún no lo he probado, de modo que si algún osado decide montarlo y lo prueba antes que yo, que nos cuente el resultado. Sobre todo si las truchas salieron espantadas y tengo que borrar esta entrada del blog.

MATERIALES

- Anzuelo recto #12 (soy un poco bruto eligiendo los tamaños, lo se)
- Bola de tungsteno de 3mm
- Cercos de gallo pardo de León (por supuesto)
- Hilo de plomo
- Hilo de cobre rojo
- Hilo de cobre dorado (el mío siempre sale de pelar los cables que pillo por ahí)
- Hilo plateado de los chinos (barato y efectivo para estos menesteres)
- Hilo de montaje negro 8/0

MONTAJE

Fijamos la seda de montaje y ¡hala! a cubrir la tija con unas vueltecillas



Fijamos los cercos y cortamos el sobrante ¡cómo me gusta esta pluma!



Damos unas vueltas de plomo desde la mitad de la tija hacia adelante.
Yo siempre pongo la misma cantidad de vueltas: 7



Recubrimos el plomo con el hilo de montaje de paso damos un poco de forma al cuerpo ¡ésto marcha!



Fijamos el hilo de cobre rojo, el dorado y el hilo plateado. Llevamos la seda de montaje hacia la cabeza.



Enrollamos los tres hilos a la vez, procurando que se vean a lo largo de todo el cuerpo.
Al llegar a la cabeza, los fijamos con la seda de montaje y hacemos una pequeña bufanda con la misma seda. Cortamos los sobrantes... bien cortados, por favor, no como los he dejado yo. Seré chapucero...



Damos una primera capa de barniz, lo justo para cubrir un poco todo el cuerpo.



Damos una segunda y definitiva capa de barniz procurando que coja la forma deseada y procurando no acabar colocado con los efluvios que suelta. ¡perdigón terminado!


Espero que os haya gustado. Si la montáis, me contáis el resultado en el río. Yo haré lo propio en unos días

martes, 3 de abril de 2012

Conversando con... Sergio López

Esta semana, nos muestra cómo vive la pesca Sergio López, un joven barcelonés que lleva la pesca a mosca metida en las venas y que no tiene ningún reparo en cogerse un autobús para subir a pescar los preciosos ríos que serpentean por las montañas catalanas.

¿Cuántos años llevas pescando?
Pescando, respetando el significado de la palabra, desde los 5 años, ahora tengo 20. A los 17 empecé a pescar a mosca, modalidad con la que más disfruto de entre las que practico.

¿Qué técnica es la que practicas de forma más habitual?
Técnica que más utilizo... dependiendo de las condiciones en las que se encuentre nuestra amiga la trucha. Si están muy paradas y solapadas en el fondo del río,la que más utilizo seguramente sea pescar al hilo con un tándem de dos ninfas. Si se encuentran activas comiendo en superficie... sin comentarios jejeje.

Si tuvieras que pescar toda tu vida con una sola mosca ¿cuál elegirías?
Una difícil elección sin duda, ya que acostumbro a pescar con varios modelos, pero de todas las moscas que he hecho y mejores resultados me han dado, en mosca seca, una efémera del #20 con el cuerpo en hilo de montaje color Dun y CDC Beige en las alas. Esta mosca me ha ayudado a sacar muchas, pero que muchas truchas.
En cuanto a ninfas, me quedo con un perdigón del #16, cuerpo rojo con una bufanda negra.


Se sincero, ¿cuántas moscas de las que llevas en la caja no han salido nunca de ella (ni van a salir)?
¿Sinceramente? ¿Seguro? Demasiadas, y ésto a veces, es por culpa del aburrimiento. Me pongo a montar por montar, a inventar moscas que luego, seguramente, no utilizaré.

El que quiera peces que se moje el culo: ¿hasta qué punto estás dispuesto a mojarte las posaderas por una buena trucha?
Me considero un gran enfermo de la pesca a mosca, pero hasta un límite. De momento, en estos casi 3 años que llevo en esta gran modalidad, no he tenido que hacer grandes "locuras" para conseguir un pez.

¿Bocata y bota de vino, o eres de los que, pescando, se olvidan de que hay que alimentarse?
Cuando empecé a pescar, el único objetivo que tenía desde que me levantaba hasta que llegaba de nuevo a casa, era ¡pescar, pescar y pescar! Recuerdo salir de casa con mi bocadillo para comer, y volver por la tarde con el mismo pero con el embutido en precarias condiciones. Ahora me lo tomo con un poco más de tranquilidad... Pero solo un poco ¿eh? jijiji


Pregunta comprometida, ¿qué sueles hacer cuando llevas toda una jornada sin pescar un pimiento? No vale lo de "disfrutar con el entorno", no te tires pegotes.
Continuar intentándolo hasta conseguir una picada si es que esta llega. No me desespero, simplemente insisto e insisto hasta conseguirlo, si es que lo consigo.

Dicen que los pescadores somos muy exagerados. En las tertulias de pesca ¿cueces o enriqueces?
Seguramente sea cierto, yo creo que todos o muchos, alguna vez hemos "enriquecido" con pequeñas porciones de ficción. Sobre todo cuando pescaba en el mar, con 10 o 12 añitos. Recuerdo que iba con mi padre a pescar bogas al puerto, al acabar la pesca siempre nos mirábamos y decíamos "Papá, realmente hemos pescado 50, pero oficialmente 70" Y si, si; al llegar al camping donde veraneábamos siempre, iba diciendo que habíamos pescado 70 ¡jajaja! Una pequeña anécdota que siempre recordaré de aquellas jornadas en el mar.

Danos tres razones para no dejar nunca de pescar.
Creo que la pesca a mosca, que es la modalidad que practico el 95% del tiempo, tiene muchas cosas por las cuales jamás la dejaría. Si tengo que decir tres, diría que: el contacto con la naturaleza en estado puro, la sensación de completa libertad al caminar por las cristalinas aguas de un río de alta montaña pescando truchas de lo más salvajes, y por supuesto, los buenos momentos que se viven en el río con tu compañero de pesca, debatiendo y discutiendo durante la jornada de temas propios de la pesca y ajenos. Y a veces son éstos, los ajenos, los que te dicen que la pesca a mosca es algo más que pescar.

Por último, tu río predilecto desde siempre y para siempre.
Comencé a pescar a mosca en el río Freser, en la provincia de Girona. Crecí pescando en este río y por eso será éste el que nunca dejaré de visitar.

Gracias a Sergio por su amabilidad. Esperamos ansiosos tus nuevas crónicas, fotos y videos en tu web.

domingo, 1 de abril de 2012

Apertura en el Luna

Se acabó mi maldición. Porque aunque parezca mentira, nunca había conseguido sacar una trucha en el primer día de la temporada. De hecho, abril siempre fue para mí el mes bolo. Hasta hoy.

Tal y como tenía planeado, me levanté sin mucha prisa, nada de madrugones improductivos. Sin prisa pero sin pausa, llegué al lugar elegido a 25 minutos de mi casa: ventajas de vivir en León. El día estaba despejado, sin aire, unos 7 u 8 grados de temperatura. Sobre las 10h empecé la faena. El agua estaba congelada.

Sorprendentemente, no había nadie cuando llegué


Fui haciendo lances aquí y allá, pero no se movía nada. En superficie, menos aún. Después de 1h tras recorrer un buen trozo río arriba, y en vista del éxito que estaba teniendo, decidí que era un buen momento para comer el primer bocadillo y tomar alguna foto. Me llamó la atención lo terriblemente seco que está todo. Solo hay que ver los juncos de la foto de abajo.

Al fondo, pescadores de cucharilla
 
Una vez me zampé el bocata, retrocedí sobre mis pasos varios metros para pescar una zona de aguas más tranquilas. En esta época, las truchas no están para mucho esfuerzo en las corrientes, de modo que confié mis lances a zonas más blandas. Tras varias pasadas, primera picada del día -se hizo esperar- y yo recomponiendo el gesto, que lo tenía ya un poco desanimado. Pensé, "esa solo ha tocado, seguro que quiere más" otra pasada y ¡zas! tarascazo a las ninfas. Para mi desgracia, y a pesar de tenerla controlada, consiguió zafarse y ahí me quedé yo, con cara de bobo.

Al fondo, en la tablada, estaban apostadas

Continué unos metros más río abajo, y tuve otra picada más que duró un suspiro. Descansé unos minutos, sobre todo para no estar todo el tiempo dentro del agua, que como dije antes, bajaba congelada.
Bajé hasta la zona donde dejé el coche y una vez allí, a eso de las 13h, di buena cuenta del segundo bocata mientras observaba a un pescador que, me da que es habitual de las competiciones, porque llevaba dos cañas. Le vi sacar un par de truchas, una bastante hermosa "¡Qué suerte!", pensé.

Reanudé la pesca y al adentrarme en el agua, resbalé y me di un golpe en la tibia con una piedra. ¡Qué dolor, por dios! Todavía lo tengo hinchado. Pesqué un rato y fue entonces cuando decidí cambiar las ninfas, no sin antes hacer una foto de esos que nos gusta hacer a los pescadores. Es lo que nosotros entendemos por un bodegón.

Otro día te daré otra oportunidad

Tras cambiar las ninfas y un buen rato de ya bajo el río ya lo subo, y dado que ya eran las 15h, más o menos, me quedé cerca del coche para dar el último arreón. Fue a partir de entonces cuando las señoritas pintonas tuvieron a bien dar la cara. Dos hermosas fario que me alegraron del todo esta primera jornada de la temporada. 

Esta cabezona de casi 40cm, me lo puso difícil

Esta no era tan grande, pero peleó lo suyo

 Las "culpables" de hoy

La "caca", como no

Perdigón siempre efectivo