lunes, 23 de julio de 2012

21 DE JULIO: ALTO PORMA

Otra jornada agridulce la del sábado. Bajaba el río, como dicen algunos, "de pegada", con un caudal perfecto. Bueno, quizá le faltaban 10 cm para esa perfección.
Pesqué un tramo que me gusta mucho pero que no aproveché al 100% debido al viento. El tramo en cuestión tiene una parte intermedia que está más encajonada, y eso viene bien para el dios Eolo no incordie demasiado. Las partes más alta y más baja, al estar más abiertas son más susceptibles de ser batidas por el viento con saña.
Acudí al lugar con la sana intención de acabar la tarde pescando a seca, pero lo tuve que dejar para días más calmados.

El caso es que, ya sea por el viento, o por que no les dio la gana, las truchas tuvieron su rato de un par de horas y media, entre las 16h y las 18,30h. Luego se acabó lo que se daba. Terminé con el brazo perjudicado de tanto lanzar y lanzar. Aún así, pude disfrutar de la pelea de varias pintonas, alguna de longitud estándar pero rolliza y luchadora como ninguna.
Como podéis ver en las fotos, hubo eclosiones, pero a decir verdad, las truchas pasaron olímpicamente de comer arriba. Eso sí, saltitos acrobáticos fuera del agua, por decenas.

También tuve la oportunidad de conversar con un pescador que me habló de las escabechinas que están haciendo los furtivos este año, arrasando con las minitalla sin contemplaciones. Afirmaba que se están vendiendo las truchitas a 45 euros el kilo. Es una vergüenza que se sepa quien las vende, quien las compra, y dónde se pueden degustar, y que no caiga el peso de la ley encima de ellos. Claro, seguro que entre los comensales están algunos de los teóricos multadores.
¡Qué difícil es a veces disfrutar de la temporada de pesca, entre furtivos, sopas de trucha, y riadas veraniegas!





En cualquier caso, fue una tarde divertida en la que las truchas entraban indistintamente a una ninfa o a la otra, con picadas buenas, sin contemplaciones. Poco a poco se va acercando la mejor parte de la temporada.
Por si no lo había dicho, este año me estoy divirtiendo bastante ¿y vosotros?
Hasta la próxima.



domingo, 15 de julio de 2012

14 DE JULIO: RIO LUNA


Después de un par de meses largos sin pescarlo, volví al Luna, esta vez en su parte baja. Me encontré un cauce bajo para ninfa y bueno para seca.
No se si era debido al estado del río, a las alturas de la temporada o a qué, pero pesqué solo toda la tarde, exceptuando a un pescador con el que me crucé nada más empezar.

Fui pescando río arriba en busca de corrientes y pequeñas pozas en las que colocar mi pareja de tungsteno, pero no veía movimiento ni nada que se le pareciera. Así llegué casi hasta el límite inferior del coto sin tocar ni una sola trucha. El bolo se mascaba en el ambiente y parecía inminente.


Cuando me puse a pescar de vuelta, aguas abajo, y tras esperar a que una procesión de vacas cruzara el cauce, lancé a una corriente muy suave y con poca agua, de esas a las que lanzas por lanzar sin apenas fé. Pues mira tú por donde que fue lo que me libró de hacer el 2º rosco de la temporada. Una pequeña truchilla con una librea muy rara; casi no tenía pintas.

Seguí bajando y lanzando sin tocar nada de nada. Decepcionante. Tiradas de libro que tenían que haber levantado alguna trucha, pasaban sin pena ni gloria. Con semejante panorama, llegué cerca de la zona donde tenía el coche, a una larga pedreguera donde se rizaba el agua someramente, invitando a mojar las ninfas. Varios lances y una raspa de unos 10cm atacó el aparejo, durando la "pelea" 5 o 6 segundos hasta que se soltó.


Terminé la tarde pescando debajo del puente, donde si tuve varios "toques", un revolcón (de trucha, claro) y la segunda y última trucha, que salió como un cohete de entre dos piedras para darle una dentellada a mi perdigón estrella. Luego varios lances más y se acabó una jornada de esas que uno piensa que "ni fú ni fá"
Aunque siempre se aprende algo más. Las horas de río sirven para sumar. La siguiente será más y mejor.