martes, 4 de junio de 2013

Conversando con: Joaquín L. Quintás

Hoy traemos a nuestro blog, a un pescador que juega con ventaja; la ventaja que le da ser un extraordinario montador y conocedor de ese complicado micromundo que es la entomología.

Joaquín L. Quintás, es un gallego que en el primer envite cara a cara ya te cae bien. Aunque él no quiera reconocerlo, es un montador de referencia que, con una prodigiosa habilidad, convierte una amalgama de materiales de montaje en auténticas obras de arte. El arte del montaje realista.


Joaquín montador, Joaquín pescador… No te voy a preguntar cuál de las dos facetas de nuestra afición te gusta más, porque seguro que las dos, pero sí que me gustaría saber si pasas más horas en el río o delante del torno.

Podría decir que es raro el día que no le dedico un poco de tiempo al montaje, ya sea montando o leyendo sobre montaje e insectos. También soy de los que cuando vamos a comprar algo, vemos aplicaciones de algún material para usar en montaje. A la pesca no puedo dedicarle todo el tiempo que me gustaría.


Los escritores suelen usar la frase “el reto del papel en blanco” cuando se enfrentan a un nuevo libro por escribir. Los montadores de moscas realistas, supongo que usaréis la frase “el reto del anzuelo desnudo” ¿Siempre sabes lo que vas a montar cuando cierras la mordaza, o te gusta improvisar de vez en cuando?

Si se trata de hacer una mosca realista, es algo que ya tengo en mente, ya me he documentado sobre el insecto, buscado un poco con dibujos la forma de atarlo y los materiales que voy a emplear más o menos. En cambio, a la hora de hacer moscas de pesca, me gusta más improvisar, es más; me aburre enormemente hacer más de cuatro moscas iguales, tengo que cambiar siempre.


Los pescadores que montamos humildemente, nuestras moscas para pescar, sentimos una enorme satisfacción al atrapar un pez con uno de nuestros montajes. Los que montáis moscas de pesca por un lado, y obras de arte por otro, debéis tener la felicidad totalmente cubierta.

Engañar a un pez con una mosca es siempre una satisfacción ya sea con una mosca hecha por ti, como con una de otro montador.Indudablemente la satisfacción era mucho mayor con aquellas primeras moscas que montamos años atrás, que con las de ahora, pero sí, tiene su encanto probar una mosca y que pesque bien.

Un montador realista ¿nace o se hace? Te lo pregunto porque yo lo he intentado y solo he conseguido hacer churros.
Lo has intentado poco Carlos. Salvo contadas excepciones, todos tenemos unas habilidades escondidas que solo es cuestión de potenciar. Los primeros intentos serán churros como dices, pero hay que seguir, no debes quedarte solo en el intento. Hay personas que tienen más facilidad o son un poco más hábiles eso sí, pero hay que ser perseverante. Por lo tanto diría que se “hace”. Te pondría un ejemplo: Fernando Alonso no nació bicampeón del mundo, se hizo campeón a base de potenciar algo que en su día probó, le gustó y siguió con dedicación y esfuerzo. Sí que es un piloto habilidoso, pero quien te dice que no hay unos cientos de personas que son potencialmente campeones, solo que nunca probaron en un kart, no tuvieron esa inquietud por la velocidad o abandonaron al primer fracaso.
Galicia es una tierra preciosa, con rincones absolutamente increíbles, pero sabemos que también te gusta pescar en León, donde tienes buenos amigos pescadores. ¿Cómo ves ambos sitios en cuanto a calidad piscícola, ambiental, gestión…?

Galicia en parte es preciosa, pero también es una de las comunidades que menos ha sabido conservar su verdadero patrimonio cultural y natural. Es espantoso ver como el feísmo se ha adueñado de la mayoría de pueblos y aldeas. Es horrible ver las riberas de los ríos plagadas de eucaliptos y carentes de vegetación autóctona. En cuanto a la pesca es desolador ver que el país de los mil ríos esté tan descuidado, por los gallegos y por las administraciones públicas. Sí algún que otro país tuviese los ríos que tenemos en Galicia otro gallo de León nos cantaría. Creo que León está bastante mejor que Galicia en cuestión de pesca, que dentro del caos nacional es un milagro. Sí es que Galicia, lo tiene todo, agua en cantidad y calidad, solo que no hemos sabido conservarlo bien. Las administraciones autonómicas han hecho un flaco favor a los ríos. Cuando se pretende gestionar algo desde la ignorancia y haciendo caso omiso a verdaderos expertos en el tema, para no hacer evidente esa ignorancia, sale lo que sale.
Volviendo al tema del torno, el montaje realista requiere unas dosis de estudio y de observación muy elevadas, pero supongo que tendrás algún espejo en el que mirarte, alguien que te inspiró en tus comienzos.

La primera persona con la que traté el tema del realismo, ya que era desconocido para mí, fue Andrés Touceda, paisano mio, que es un verdadero maestro del montaje realista. Un concurso que organizó fue el detonante de mi afición, le presenté un ciervo volante y me preguntó “¿pero está todo atado con hilo?” a lo que le contesté que no, muchas partes están pegadas con cianocrilato y él me dijo "no vale, no se puede pegar, todo tiene que estar atado con hilo". Yo me quedé atónito, y me dije: "si todo tiene que estar atado con hilo, pues atamos todo con hilo" Y ahí empecé yo a hacer mis pinitos hace un par de años.
Pregunta obligada. Bajo tu punto de vista ¿cuál sería el mejor tratado de entomología enfocado a la pesca y por qué?

Tengo bastantes libros, he leído bastantes y hay uno que para mi es especial: Moscas para la pesca, de Rafael del Pozo, en parte porque fue el primer libro de moscas que cayó en mis manos y por otra es una obra que liga de alguna manera la entomología con la pesca, a parte de enseñarnos una buena cantidad de las moscas de León, pero que casi las hay en toda la península, nos cuenta en que épocas del año y horas del día suelen ser más efectivas. Hay muy buenos tratados solo de entomología y muy buenos libros solo de pesca, pero que unan las dos cosas, casi ninguno. Para mí un gran libro, imprescindible.
Ahora que a tanta gente le ha dado por pescar con sedal pesado, cuándo bajas al río, ¿le das a todos los palos, o con el palo solo das latigazos?

Hace muchos, muchos años que abandoné los otros palos en cuanto a pesca de río, ahora doy más latigazos que pesco, pero me entusiasma cada día más. Algo mágico tiene el latigazo, que como bien dices le ha dado a muchos pescadores por pescar así.
Te propongo un reto. Imagina que te doy una plancha pequeña de foam verde, un mazo de plumas de León, un poco de hilo de cobre y una bolsa de plástico ¿Cuántas moscas podrías montar con eso?

Como de pequeña es la plancha de foam? Jajaja Se podrían montar unas cuantas, desde un escarabajo verde, un saltamontes, un tricóptero con tejadillo de pluma de León, creo que se pueden hacer bastantes. El hilo de cobre lo metemos en la bolsa de plástico y lo vendemos en una chatarrería, que se paga muy bien el cobre. Fuera bromas, todos lo materiales son buenos y se puede hacer mucho con muy poco.
Para finalizar, si algún día me acerco a pescar a Galicia ¿en qué río te encontraré casi seguro? Prometo llevar cecina.

Si traes cecina, en cualquiera porque te encontraré yo. La buena gastronomía es uno de los valores añadidos de la pesca, y la cecina lo es en León.
Pero si me quieres encontrar, lo más es que esté en el tramo libre sin muerte de Rábade, en el río Miño, pescando desde el atardecer hasta que cierra el día. Allí os espero.
Pues dejamos a Joaquín con sus moscas que cobran vida por momentos y con sus rincones de esa maltratada Galicia por la que pide algo más de cordura por parte de las administraciones.
Podéis acceder a su magnífico trabajo a través de www.joaquinflytier.com

lunes, 3 de junio de 2013

2 DE JUNIO: EN JABARES CON LOS NIÑOS

Este domingo hizo un día estupendo para bajar al río, y seguro que lo hubiese pasado como un indio apache.  Temperatura ideal, poco viento, caudales más o menos buenos... Pero preferí coger a los pequeños y llevarlos al reservorio de Jabares de los Oteros. Mi hijo mayor ya ha pescado en más ocasiones, pero la pequeña no había ido nunca de pesca, de modo que la ocasión la pintaban calva.
 
Sobre las 10:30h nos presentamos en el lago, con una espléndida y soleada mañana. No son las mejores condiciones para pescar en este tipo de escenarios. Mejor algo nublado y con una ligera brisa, pero bueno, tampoco nos vamos a poner exigentes. Se trataba de pasar el día al aire libre, de desconectar a los niños de otro tipo de entretenimientos, esos que hay que andar restringiéndoles para que no se vicien.
 
Metidos en harina, les monté una caña de lance con unas ahogadas y un quironómido de rastro. Alvaro, mi hijo mayor, le explicaba a su hermana cómo debía hacer los lances y cómo tenía que ir recogiendo la línea. Paula, que es espabilada hasta límites insospechados, se manejaba con una soltura importante (ya os podéis imaginar el tamaño del charco de babas que tengo ahora mismo debajo de la silla) Como buenos hermanos, y dado que solo les monté una caña, iban turnándose en los lances.
Aún no había terminado de montar mi caña cuando "¡Papi, papi, me parece que me ha picado una!" Y vaya que si le había picado. Me acerqué hasta mi hija y le animé a que fuera trabajando la trucha "levanta un poco la caña, dale más hilo, recoge ahora un poco más..." Mi única ayuda consistió en ensalabrar la pieza. Buen estreno.

Luego fuimos pasando la mañana entre lances y algunas truchas más. Paula aún trabó una segunda trucha.
Como dije al principio, no era el mejor día para que las capturas se prodigaran, pero aún así lo pasamos francamente bien. El único pero: Alvaro no sacó ninguna trucha y se desanimó durante un rato. Luego recordó que en esto de la pesca, el resultado no es siempre el que queremos.

Desde aquí, aprovecho para dar la gracias a Miguel, de Marsó, que siempre anda presto y dispuesto a ayudarte, a darte algún consejo útil o, simplemente, a charlar contigo unos minutos.
 
Miguel, un tío encantador