sábado, 22 de febrero de 2014

Normativa de pesca CyL 2014: nunca llueve a gusto de todos

Que la normativa para aguas trucheras para el presente año trae cambios polémicos es algo que no se le escapa a nadie. Tradicionalmente, los que legislan estos menesteres han tenido siempre la habilidad de volver loco al colectivo de pescadores de Castilla y León, pero creo sinceramente, que este año se está demonizando un cambio claramente positivo, y no lo entiendo.

Me refiero, lógicamente, al cambio más importante: la instauración total de la pesca sin muerte en los tramos libres. En los últimos meses, he leído algunas barbaridades en aras de una pesca extractiva cuyo componente de tradición ya no se sostiene por ningún lado. También leo con tristeza voces que dicen que este cambio va a echar del río a muchos pescadores, lo cual es cierto, pero que también me lleva a pensar que mucha gente solo baja al río para llevarse su cupo a casa, y que el disfrute de pescar por pescar queda relegado en el ostracismo. Y eso me entristece aún más. La pesca sin muerte no debería entenderse como algo peor que la pesca con muerte. Y mientras esa mentalidad no cambie, tampoco cambiará la pasividad general ante los otros problemas que sufren nuestro ríos, que son , si cabe, más graves que pescar con muerte.

Esta nueva normativa trae alguna cosa positiva como la pesca sin muerte, pero también, como era de esperar por parte de unos legisladores que no saben lo que es una escama, trae cambios absurdos motivados por el afán de quedar bien con algunos sectores de este mundillo.
Los recién creados AREs (Aguas de Régimen Especial) dejan patente la estulticia que pulula por los despachos de Medio Ambiente: es la zanahoria que se le pone al burro con un palo y una cuerda. Ya que han decidido mantener algunas zonas en las que poder pescar con muerte (obviando los cotos), lo lógico es no poner trabas en forma de pase de control, solicitudes por teléfono o presenciales y demás parafernalia burocrática. Eso si es tener mala baba y ganas de tomarle el pelo al personal. Para mi, los AREs son una soberana chapuza.

Otra cagada con letras mayúsculas, aunque ya viene de lejos, es la prohibición de pescar a cebo en las zonas sin muerte... que van a ser la mayoría. Es una forma encubierta de acabar poco a poco con la pesca a cebo, sabedores de que este colectivo pesca, mayoritariamente, con muerte. Pasito a pasito se hace camino, y en los despachos tienen claro cómo va a ser el viaje entero. Los siguientes en caer, en uno o dos años, serán los pescadores de cucharilla. Penoso.

En resumen, pare éste que escribe, la normativa solo tiene un par de cosas buenas: pesca sin muerte y denominación clara y concisa de la pesca a la leonesa. Pero en su conjunto, sigue siendo un cúmulo de despropósitos; algún acierto casi casual, mezclado con una batería de sin sentidos que no tiene parangón.
En lugar de crear nuevos articulados con la clara intención de hacer su santa voluntad sin que se levanten muchas revueltas, los que legislan esta afición, deberían ser valientes de una vez por todas y ceñirse a una frase que resume lo que sería una situación consecuente y acorde con nuestros tiempos: pesca sin muerte a todas las modalidades. Pero como he dicho, para eso hay que ser valientes.

Otro día hablaremos de los cormoranes, las depuradoras, los vertidos, los furtivos, la gestión del agua, las escolleras...