lunes, 28 de mayo de 2012

Conversando con... Antonio Gómez

Hoy cerramos el círculo de Moscas de León con el más joven del grupo; Antonio Gómez.
Reparte sus horas de pesca entre León y Galicia, principalmente, y aunque domina otras técnicas de pesca, lo suyo, lo que más le gusta, es la pesca a varal, para él la mejor forma de pescar a seca cuando la vegetación se cierra.
Os dejo con la entrevista de este joven pero experto pescador.


Dice el refrán que sarna con gusto no pica. ¿Es más duro estudiar o montar tropecientas moscas para un pedido?
Jajaja…veo que no estás mal informado, es peor cuando las cosas se hacen por obligación, me gusta investigar por mi cuenta y hacer moscas para mí, el resto no es que lo haga obligado pero si a regañadientes.  La verdad es que ambas tareas cansan la vista y la espalda, pero me quedo con la de hacer moscas.

La pesca a varal es de esas técnicas injustamente en vías de extinción. Cuéntanos quien te enseñó y qué te gusta de esta modalidad.
De hecho ya estaba “extinta” y a alguien se le ocurrió comprarse una caña de 8 m de carbono para pescar con una sola mosca al final de un terminal de poco más de un metro. En Galicia se pescaba con cañas de 5-6 m y Asturias se usaba una técnica más bien de lanzado y cañas también más cortas, la allerana. Que yo recuerde los artífices de ésto fueron un par de paisanos de los Ancares. Después mi padre, dos compañeros, y alguno más de la zona les siguieron los pasos, comenzaron así con este tipo de pesca, de ellos tomé las primeras nociones, yo era un enano y aun no tenía fuerza para llevar una caña de 8 m, tres años estuve mirando y acompañándoles antes de coger por primera vez una caña.  Después lo más importante te lo enseña el río.
La pesca con varal, no es más que un tipo de pesca a mosca, con la gran ventaja de poder llegar a cualquier sitio con tu imitación. Para mí es la pesca más efectiva en cauces medios y estrechos. Y si una técnica es efectiva, pescas con tus propias moscas, te permite ver el momento de la picada, y además puedes hacer lances hasta en los sitios más recónditos, pues no se le puede pedir más, para mí lo tiene todo. No conozco a nadie que haya visto pescar a esta modalidad y no se haya visto gratamente sorprendido.

Habitualmente pescas a caballo entre León y Galicia. ¿Qué prefieres, una troita o una truchina?
Me quedo con las troitas del río Navia, bonitas y muy peleonas. La trucha en León durante la pelea suele meterse al fondo, en el Navia son imprevisibles, tan pronto saltan,  como se meten abajo a toda velocidad, es una locura.

Vamos a imaginar esta situación. El equipo de Moscas de León al completo a pie de río. Mario a seca, Oscar a ninfa y tú a varal ¿cómo puede acabar semejante jornada de pesca?
Perdidos, totalmente comprobado, siempre acaba igual, todos perdidos y cada uno a su bola, Oscar muy tranquilo, con 500 metros de río tiene de sobra, yo a toda carrera, siempre me falta río, y Mario, pues como es él, imprevisible. Formamos un buen equipo!!…jajaja

Tienes cinco segundos para elegir entre estas tres opciones: un plato de pulpo a feira, una Sage serie ONE o una semana entera pescando un río de montaña.
A un buen polvo no es fácil hacerle un feo... bueno, me explico, “polvo” es pulpo en gallego.  Fuera bromas me quedaría con la semanita de pesca, si es posible que sea en julio, para mí el mejor mes para la pesca.

Cuéntanos –sin exagerar como los pescadores ¿eh?- esa captura que se te ha quedado en la retina para siempre.
Suelo recordar mejor las que se me escapan que las que saco. Tenía once años más o menos, era en Candín, mes de mayo en el río Ancares, la primera tabla que había por encima del coto de Candín, ahora no hay ni tabla. Yo no pescaba, acompañaba a mi padre , nada más llegar sacó en esa tabla una bonita trucha de más de un kilo, a día de hoy aun no he vuelto a ver una trucha tan grande en esa zona del río. Al final de la mañana en la misma tabla clavó otra que era igual o mayor, la trucha peleó y se enredó en una palera, entonces mi padre me dio la caña y allí me quedé yo con la tarea, él se metió al río para intentar soltar la trucha, la trucha salió como un rayo de entre los palos y me partió el sedal. No se me olvidará nunca, recuerdo hasta la mosca con la que estábamos pescando.

Al igual que tus socios, suponemos que buena parte de la temporada la dedicas a probar moscas ¿No está ya todo inventado?
Más bien toda la temporada me la pego probando inventos, tengo las cajas llenas de moscas, la mitad solo las he puesto un par de veces, las saco a jugar y al final solo unas pocas alcanzan las posiciones de privilegio en la caja. Cuando vamos a pescar siempre sabemos más o menos lo que nos puede funcionar, el problema es que si estás pescando un año con solo tres moscas te estás perdiendo algo, no vas a descubrir nuevos montajes, nuevos materiales, nuevos colores, etc...   hay que probar muchas combinaciones para dar con ese perdigón, ese color que no tiene nadie, ese dubbing casero que tanto nos gusta, etc… Estoy convencido de que no sabemos ni la ínfima parte de lo que sabremos, y ésto no solo pasa con la pesca, pasa con todo. No existe la mosca perfecta y mucho menos ninguna que no se pueda mejorar.

El ejercicio de la pesca se ido deshumanizando poco a poco y, a veces, nos cruzamos por el río como si fuésemos enemigos. ¿Cómo ves este tema?
Pasaba más de lo que pasa, creo que por suerte cada vez va a mejor, siempre es bueno poner un cordial saludo y una sonrisa, tanto en la vida como el río.  

En la pesca a mosca existe en muchos casos, lo que podríamos llamar “moscomanía”; una especie de locura por conseguir montar la mosca definitiva. ¿Hay tanta pamplina como parece?
Todos hemos pasado por nuestra fase de querer montar la mosca perfecta que imita en color y tamaño a la natural, gusarapas y gusarapines de latex, marabayos con patitas, e infinidad de imitaciones en las que hemos empleado mucho tiempo en la mesa de montaje,  para acabar dándonos cuenta que pesca mucho más una bola brillante con unas vueltas de hilo. ¿Por qué?, bueno, eso es lo bonito de la pesca. Yo, personalmente, creo que las moscas se deben hacer empleando el tiempo en el río, no en el torno, en el río es donde se aprende, en el torno mejor emplear el tiempo imprescindible, normalmente la mayoría de las moscas no nos deberían llevar más de dos minutos hacerlas. Ahora bien, siempre es bueno  tener “moscomanía”, la verdad es que siempre nos invade una locura por encontrar una mosca mejor, y esto creo que es importante, aunque  la mosca definitiva no exista siempre encontraremos una un poquito mejor.

Para terminar, todos tenemos un río que nos tiene “gato” y se nos suele dar fatal. Háblanos del tuyo.
El Cúa, es el río que llevo pescando toda la vida, de hecho salía del colegio y me iba al río toda la tarde. Excepto en su tramo alto, donde es estrecho y la trucha es más glotona, el resto del río es el más difícil que conozco, siempre tuvo fama de ser muy caprichoso, se decía que “lo daba todo o no daba nada”, personalmente a mí aun no me ha dado todo nunca. No sé cuál será la razón, el por qué cambia tanto el comportamiento de la trucha de un río a otro, pero el Cúa es un río de los que te hacen atar la caja entera de moscas, no ves eclosiones, ni ves una cebada en todo el día, es de esos ríos de los que sales convencido que allí no hay ni una sola trucha, aunque realmente no es así.

Agradecemos a Antonio su tiempo y le dejamos con sus moscas, su varal y, aunque no le guste tanto, con los libros, que seguro que son más duros que las truchas del Cúa.

27 DE MAYO: EL ESLA BAJANDO DE AGUA

Por segunda vez consecutiva, decidí visitar el Esla ya que la vez anterior me divertí bastante.
Tarde perfecta para pescar por la ausencia de nubes y la temperatura, cálida pero no agobiante. Cuando me metí en el río pude constatar que había bajado su nivel respecto a días anteriores. Aún así, el tramo conservaba intactas las múltiples tiradas a ninfa que tiene.

Como hace dos semanas, muchas fueron las picadas que tuve y, de nuevo, muchos los fallos debido al recelo que muestran las pintonas de este lugar.
Una de esos fallos, creo que fue un barbo pequeño. Digo creo porque mediría algo más de 20cm y su primera defensa no fue dar saltitos fuera del agua como hacen las truchas palmeras. En este caso, picó hacia el fondo con mucha fuerza. Lástima que no pude verle bien el cuerpo, aunque los instantes que pude verle el cuerpo, creo que no era trucha. ¿Boga? No se, mucha fuerza para ese simpático ciprínido.

Al final, siete fueron las capturas, todas de tamaño contenido, pero a este que suscribe, le da igual. Ya sabéis lo que dice el refrán "Aquel que pesca un pez, pescador es"

Os dejo algunas fotos de la jornada. En una de ellas podréis ver una mancha grisácea en el agua. Se trata de uno de los dos enormes barbos que pude contemplar a tres metros de mí, parados en mitad de la corriente con total descaro y pachorra. También os muestro una espuma que me dio muy mala espina.

Una de las siete mágníficas

La flecha blanca señala hacia un barbo

Al fondo, debajo de los árboles, una espuma muy sospechosa

martes, 15 de mayo de 2012

Conversando con... Jesús Pérez "JP Vara"

Hoy traemos a nuestro blog el sentir de un pescador muy especial.
Jesús, Chuso para los amigos, es un tipo hecho de una pasta muy diferente a la de los demás. Usando una expresión taurina, este asturiano afincado en Salamanca, está acostumbrado a esperar a puerta gayola los envites que nos propone la vida, por eso no es de extrañar que en el río sea un auténtico crack. Aunque su dimensión como persona supera con creces a la de pescador.

¿Cómo te aficionaste a la pesca?
La familia, mi abuelo, mis tíos  y el hecho de pescar una trucha con 5 años.
Mi madre bajaba  al río a lavar la ropa  y le pedía a mi tía la puntera de la caña, sin que se enterara mi tío claro está, para intentar coger algún pescardu, con tan buena suerte que enganché una preciosa trucha con aquella  puntera de bambú  de mi tío.

La trucha, cuando te enamora, es muy absorbente. ¿alguna "infidelidad" confesable con otras especies?
No era infidelidad, era el hecho de no preocuparme de las truchas cuando venía de vacaciones a casa de mis abuelos, entonces eran bogas, barbos, carpas y demás peces del Tormes
Pero esto cambio un día al pasar al lado de un rio y ver un letrero que ponía "Coto de pesca", vi una luz en esta provincia
Qué quieren ustedes que diga, soy una persona que ha conocido lo que eran los ríos antes de aparecer  todos estos depredadores de los peces de nuestros ríos, no creo que necesite decir sus nombres, perdonar pero no me vale, "como no tenemos otros hay que devolverlos al río para seguir pescando"

¿Una trucha de 1kg o veinte palmeras?
No creo que a nadie le disguste tener una trucha de kilo en su línea, yo prefiero veinte  palmeras, pues eso quiere decir que ese río tiene vida.

En esta vida llena de prisas, estrés y obligaciones de todo tipo, ir a pescar es un privilegio. En tu caso ¿cuánto tiempo puedes disfrutar de esta apasionante afición?
Esto es fácil de responder, de sol a sol, salir de casa a las 4 de la mañana y aparecer a la una de la noche.

Imagina que por cuestiones laborales tienes que irte dos años fuera de España pero pudiendo elegir según tus gustos de pescador ¿Cuál sería tu destino?
PORTUGAL, no tiene nada que envidiar  a otros más nombrados, pero nada.

Pregunta tipo test. Llevas media mañana sin tocar un solo pez, mientras un pescador que hay 100 metros más abajo no para de sacar:
a) Piensas que te has equivocado de sitio
b) Te sientas a observar al afortunado pescador
c) Te acercas y le preguntas diplomáticamente cómo está pescando
d) Replanteas tu estrategia y empiezas de cero.
e) Te vas a casa. Hoy no es tu día. Las pintonas ganaron la partida.
La b, siempre se aprende algo a orillas del río.

La pesca es una mezcla de suerte, experiencia...
Pensará el que pesca por pescar que es suerte, pero la experiencia lo es todo en este mundillo.

Cuéntanos la mejor jornada que recuerdas sin que el motivo hayan sido las capturas.
He tenido muchos buenos momentos, pero éste no lo olvidaré mientras viva.
Al desplazarme con mis padres a Salamanca dejé atrás muchos amigos de mi infancia, en especial a mi gran amigo MARCELINO FERNÁNDEZ... ¡cuántos recuerdos vinieron a mi desconcertada memoria!
Muchos años sin pisar por mi valle, Aller, y me doy de bruces con este señor, un fuerte abrazo al vernos, sin creer lo que estaba pasando quedamos para ir de pesca a la mañana siguiente.
Quedamos en un lugar para comenzar la jornada y cuando me acerco al rio ya tenía Marce una preciosa trucha en la cesta, me voy para la otra orilla del rio para comenzar a pescar y no podía atinar con mi meruca en el río.
No lo podía creer, tenía  frente a mi a Marcelino, dejó de pescar y le dije que pasara a comer el bocata, una lumbre para calentar aquel choricín que hacía tantos años que no probaba, nos miramos y las lagrimas surgieron de nuestros ojos uniéndonos en un fuerte abrazo durante un buen rato.
Este momento no lo olvidaré nunca, pues fue un nuevo comienzo en nuestra perdida amistad.

A veces llevamos en el chaleco más chismes de los necesarios, pero ahí van, por si acaso. ¿Tu "excedente" pesa mucho?
Este aficionado siempre tenía lo mismo en su chaleco, un rollo de tanza, unos cuantos plomos, anzuelos, el cebo correspondiente, la vara y la cesta.
Ahora, gracias a los locos de PESCALEÓN  un montón de moscos, la caña y lo mejor de todo" SIN CESTA", lo negativo, mi silla de ruedas que me acompaña a la orilla del río.

Para terminar, tema libre. Despide esta entrevista con lo que quieras; un pensamiento, un deseo, una inquietud, un consejo...
Qué decir, esta mierda me está ganando la carrera de la vida y lo que más echo de menos es a mis amigos, los que siempre han contado con mi persona para todo, no creo haber hecho nada malo para merecer esto, pero bueno las cosas son así.
Deseo que todo el mundo se divierta por los ríos, que disfruten tanto como yo lo he hecho durante tantos años, en nuestras manos se encuentra la fórmula para que esto se cumpla.

Lo que más me repatea de esto de la pesca es: ver al personal pateando por la mitad del río, será porque yo nunca lo he hecho.

Desde aquí le mandamos un enorme abrazo, con el deseo de que siga disfrutando  de esas truchas que tanto adora.

domingo, 13 de mayo de 2012

13 DE MAYO. LAS RECELOSAS DEL ESLA







Jornada divertida la de hoy. Y no porque sacara mil truchas, ya que cinco fueron las que llegué a acariciar; si no porque las muchas que clavé y lograron liberarse, pusieron la nota de adrenalina necesaria en esto de la pesca.
En la primera media hora de la jornada, ya había recibido unas diez picadas, aunque sin la suerte de llevarlas  a la mano. Sin embargo, el hecho de tener "toquecitos" como digo yo, me hace pescar más tranquilo y confiado.

Las truchas tenían una posición un tanto desconcertante para mí, ya que no estoy acostumbrado a buscarlas en corrientes rápidas y con poco calado en esta época. Quizá más tarde si...
LLegué a clavar (y perder) hasta cuatro truchas seguidas en la misma corriente. Como dije al principio, una jornada de lo más divertida que espero repetir en este tramo en breve. Hoy estaba el río perfecto de caudal y de temperatura, con el agua bastante clara, aunque para ser el Esla, un poco bajo. Las pintonas, muy colaboradoras pero excesivamente recelosas. Escupían con una facilidad asombrosa. Cuando volví al coche, hablé unos minutos con otro pescador que opinaba igual, muchas picadas, pero de esas, muchas se soltaban.


En cuanto a las ninfas, ya empiezan a funcionar los colores típicos de la época estival.
Os dejo unas fotos de tres truchitas pescadas hoy. Aunque las grandes haberlas "haylas", un servidor no "pescólas", de modo que no esperéis pepinos.
Mi especialidad son las enanas :)

Justo cuando saltaba para volver al agua


Bonita librea

Otra pequeña osada

lunes, 7 de mayo de 2012

6 DE MAYO. RIO DUERNA

 Jornada rara. Mientras casi todos los tramos trucheros de León bajaban muy altos y barrados, el Duerna iba de auténtico lujo. El agua un poco verdosa pero aún así, muy clara, como es habitual en este precioso río.



El tiempo acompañó con una temperatura ideal para la pesca, y sin una gota de viento.
Comencé pescando desde el puente de Velilla hacia arriba.

A la media hora de empezar cayó la primera, típica truchina pequeña y nerviosa del Duerna.Aunque fue la única a la mano, porque las otras dos que trabé se soltaron justo antes de echarles la zarpa encima... mejor, ni yo las tengo que desanzuelar ni ellas tienen que sufrir más.



Un poco más tarde, llegó Javier, un compañero de la asociación Pescaleón con el que había quedado para pescar juntos un par de horas. Buen conocedor de este tramo me demostró la buena mano que tiene con las ninfas, sacando 4 truchas, aunque a él le extrañó tanto como a mí lo mal que picaban. Deberían haber entrado muchas más, pero se ve que no estaban por la labor.



Y así, entre charlas y lances, sobre las 14h di por concluida la jornada. Javier aún se quedó un rato más, esta vez para probar suerte a seca.
Comentar la cantidad de pescadores que acudieron a este tramo, supongo que por el mismo motivo que yo. Era de los pocos ríos que no iban color chocolate y con mucho caudal. De hecho, de camino al coche saludamos a un pescador que llegaba, el cual me comentó que venía de "no-pescar" el coto de Pereje ¡114 kms de un río a otro! Eso es afición, ya lo creo.

Por último, os dejo la foto de este bicho que vimos por el camino. En mi vida lo había visto, pero curioso es un rato.


martes, 1 de mayo de 2012

Conversando con... Tomás Gil

Esta semana, se somete a nuestro cuestionario, un pescador que lleva el río metido hasta el tuétano. Vive en, por y para el río y sus truchas. Montador, criador de gallos, guía de pesca, su saber lleva publicado en libros desde hace mucho tiempo. Defensor a ultranza de los gallos de León como especie única a la que hay que habría proteger desde las administraciones, Tomás es una persona afable que siempre te abrirá la puerta de su casa con una amplia sonrisa
Por todo ésto y otras muchas cosas más, pescar con Tomás es... diferente.
¿Cómo te aficionaste a la pesca?
Ya hace muchos años quizá el rio solo tenía una orilla, una vara de avellano un bramante y un alfiler doblado. Pensaréis que qué pescaba con ésto; pescar no pesque más que una denuncia de la Guardia Civil de 25 pesetas, en el año 1964. Mientras me acercaba a mi casa solo pensaba en las ostias que me caerían cuando se lo dijera a mi padre: nada mas lejos mi padre al dia siguiente bajó a Ponferrada y me sacó la licencia y me compró caña , carrete y unas chapas de latón que después supe que se llamaban cucharillas.
Las ostias fueron las que se llevó el hijo del guardia civil cuando lo pillé.
Eso si, al dia siguiente cogí mi primera trucha, mediría unos 30 centímetros cuando la saqué del agua y unos 40 centímetros cuando llegué a casa. A mi padre se le olvidó la cesta y la llevaba colgando del cinto y cada vez que me cruzaba con alguien me decía, "¡Tomasín, qué trucha más guapa!" Yo asentía y le contestaba "¡A que es buena!", estirando cada vez más al pobre pez, ya sin mucosidad, eso si, mi padre me dijo que estaba buenísima ¡ja,ja,ja!


La trucha, cuando te enamora, es muy absorbente. ¿alguna "infidelidad" confesable con otras especies?
Yo pesco hasta en una charca, por tanto cualquier pez me da la satisfacción en cada momento, pero hay 3 con los que comulgo: la reina la trucha, y si le soy infiel es con el rey, para mi el reo, o con el trolebús de los ríos, el barbo Odio las especies foráneas..
 

¿Una trucha de un kg o veinte palmeras?
Yo pesco sin muerte y sin compromiso, me da lo mismo lo que mida la trucha, prefiero 2 con un amigo a la orilla de un rio que 20 en soledad. Para mí la pesca es otra cosa que sacar peces.
Hay un refrán que dice que "era tan pobre que solo tenía dinero" La pesca es mi vida y mi preocupación, pescar es disfrutar de los amigos intentando enseñar lo poco que sé.
 
En esta vida llena de prisas, estrés y obligaciones de todo tipo, ir a pescar es un privilegio. En tu caso ¿cuánto tiempo puedes disfrutar de esta apasionante afición?
¡Ja,ja,ja,ja! "lo cualo dijisteis"... Yo pesco unos 240 días al año y no veáis que estrés tengo ¡jua,jua,jua,jua! Soy una persona que me he hecho a mí mismo y hago de mi afición mi trabajo. Será por lo que tengo tantos detractores ¡ja,ja,ja! una cosa es querer vivir de lo que yo vivo y otra muy distinta es matar al que te enseñó.

Imagina que por cuestiones laborales tienes que irte dos años fuera de España pero pudiendo elegir según tus gustos de pescador ¿Cuál sería tu destino?
Si dudar un momento no me marcharé; yo soy Chacianiego de nacimiento y si me faltase León creo que moriría, no lo cambio por nada y eso que he pescado fuera, mis gallos y mis rincones son únicos, lo siento pero no me muevo.
 

Pregunta tipo test. Llevas media mañana sin tocar un solo pez, mientras un pescador que hay 100 metros más abajo no para de sacar:
a) Piensas que te has equivocado de sitio
b) Te sientas a observar al afortunado pescador
c) Te acercas y le preguntas diplomáticamente cómo está pescando
d) Replanteas tu estrategia y empiezas de cero.
e) Te vas a casa. Hoy no es tu día. Las pintonas ganaron la partida.
a) Pienso que no lo estoy haciendo bien ¡ja,ja,ja,ja! ¿eso lo dices por el día que estuvimos pescando juntos? ¡jua,jua,jua!

b) No creo en la fortuna ,hay pescadores mediocres y malos, buenos no conozco ninguno, yo estoy en segundo bloque.

c) Nunca me ha pasado, más bien ha sido al contrario pero no me importaría charlar con él y preguntarle cómo y por qué, a mi no me importa cuando me preguntan, muchos me conocéis y sabéis cómo soy, nunca me guardo nada.

d) Si me replantaría qué estoy haciendo mal, nadie sabe más que nadie, tiene mas horas de rio...


e) Conmigo siempre ganan la partida, lo malo es lo que les dejo las penas y los problemas.
Para mí el rio es el medico, cuando pesco mi mente se limpia y los malos rollos se los lleva la corriente, quiere decir que la partida siempre la gano yo, je,je,je,je.
 
La pesca es una mezcla de suerte, experiencia...
La pesca no es suerte, la pesca es un don que muchos tenemos. Hay personas que cantan de cine, matemáticos a los que los números les salen solos; pues yo quizá tengo un don que es el de la pesca, la experiencia te la da el rio y sus reinas y los que vivimos del rio tenemos ventaja sobre los que pescáis uno o dos días a la semana.
Cuéntanos la mejor jornada que recuerdas sin que el motivo hayan sido las capturas.
La mejor jornada es dificil de contar pues yo creo que aún tiene que llegar al lado de mi compañero Agustín, pero creo que, de las que he vivido, fue un día de verano con mi hija.
Tenía unos 7 años un día de sereno donde cogió su primera trucha, quedamos atollados a 3 kilometros del primer pueblo y no pudimos sacar el coche. Me dijo muy seria, "papá, ¿quieres que vaya a buscar a Jesús para que nos saque con el todoterreno?" La miré y le dije, "pero, ¿no vas a tener miedo?" "Hombre papá, ¿qué te piensas? ¿que soy pequeña?"
Un camino sin luces a tres kilometros de la casa de Jesús, y lo mejor es que eran las doce de la noche, la miré y le dije "pues venga vete a buscarlo" La dejé unos 50 metros y empecé a caminar detrás de ella hasta el pueblo, no miró ni una sola vez para atrás, llegó a casa de Jesús, lo llamó y le explicó dónde nos habíamos quedado tirados, él no daba crédito a lo que estaba pasando. Cogió el todoterreno y mi hija Lorena se montó en el asiento delantero, en la esquina los estaba esperando y cuando me vieron, Jesús no paraba de reir, ese día fue uno de los que mas recuerdo, porque saqué una conclusion: la pesca es más importante que todos los miedos.

A veces llevamos en el chaleco más chismes de los necesarios, pero ahí van, por si acaso. ¿Tu "excedente" pesa mucho?
No, mi excedente no pesa, los que me conocen saben que pesco con tres moscas todo el año por tanto por no llevar no llevo ni agua ya que cuando tengo sed bebo del rio.

Para terminar, tema libre. Despide esta entrevista con lo que quieras; un pensamiento, un deseo, una inquietud, un consejo...
La pesca es mas simple de lo que muchas veces nos parece, mientras cambias de mosca no pescas. Y una ultima reflexion: para mí la pesca es no demostrar nada, es disfrutar en cada momento de mi amigo Agustín o de algun compañero y siempre disfruto más cuando el que saca la trucha es mi compañero ya que para mi la pesca no es competición.
Nunca olvideis que el rio merece todo el respeto y que vale más un mal dia de pesca que uno bueno de trabajo.

Así es Tomás, una persona que siempre dice lo que piensa y que tiene la inmensa fortuna de poder vivir a los pies del Curueño, haciendo lo que le gusta. Como me dice a veces, hoy andará un poco estresado; debe estar pescando.