viernes, 7 de noviembre de 2014

El mundillo de la pesca ¡puaj!

Una vez más, he vuelto a comprobar con profunda tristeza, algo que llevo observando durante mucho tiempo: el mundillo de la pesca tiene muchas cosas buenas, muchísimas. Pero también saca lo peor de muchas personas, lo peor y lo más bajo. Y la verdad es que estoy cansado de asistir día si y día también, al penoso espectáculo de podredumbre moral con el que algunas personas del maravilloso mundillo de la pesca, nos deleitan de forma ya habitual. De forma cansinamente habitual.

Envidias, rencillas ancestrales, cuentas pendientes, insultos barriobajeros, pelea, pelea, pelea constante.
El mundillo de la pesca es muy bonito, pero también se reparten mandobles a diestro y siniestro, y como a uno le pille despistado cruzando esa calle, se puede llevar un guantazo de propina.

Me dice mi hijo que el telediario es un aburrimiento porque siempre salen los políticos tirándose los tratos a la cabeza y poniéndose a parir. Y yo le miro y pienso "si yo te contara cómo está el mundillo de la pesca el telediario te iba a parecer un capítulo de Los Simpsons"

El caso es que también me he dado cuenta de una cosa; los jaleos y peleas de porteras entre pescadores, suelen coincidir con la época de veda, como si el no poder pescar los pusiera de mala leche "¿Más aún?" Bueno... si, también es verdad.

El mundillo de la pesca... a veces pienso que está completamente podrido por culpa de las bocas podridas de unos pocos, apeados de toda lógica y que solo ven enemigos por todas partes mientras su séquito les jalea para que sigan lanzando dentelladas.

Antes me gustaba el llamado mundillo de la pesca, y me relacionaba con unos y con otros, de cualquier signo y pensamiento. Ahora no, ahora me junto con cuatro mal contados y que son siempre los mismos. Ya no me interesan las Ferias ni algunos de sus feriantes. ¡Qué va! mejor me quedo en casa, que seguro que para abril, habrá escampado la tormenta.

lunes, 26 de mayo de 2014

Quiero...

Quiero...
...que esas personas encorbatadas que legislan ésto de la pesca se posicionen con valentía y no mezclen churras con merinas; vamos que la pesca no extractiva sea un hecho en el 100% de las aguas. Así se acabarán los cabreos de la gente que, por más que lo intenta, no es capaz de sacar un permiso para esa chapuza llamada AREC.

Quiero...
...que me dejen pescar a mosca, a ninfa, a cucharilla, a la leonesa, a la allerana o a la lagarterana si se tercia y me pilla en uno de esos días folclóricos, independientemente de que haya que soltar las truchas.

Quiero...
...que la única diferencia entre un pescador y otro sea la hora a la que baja al río, porque me da igual si solo llevas unas botas Gaviota o pareces un expositor de abalorios andante.

Quiero...
...que dejen de usar los ríos para justificar cargos, partidas presupuestarias, necesidades innecesarias, mientras los dejan convertirse en fantasmas de épocas que nos quedan muy lejos.

Quiero...
...que dejen a los ríos ser un ente libre y vivo, que va por donde quiere sin que lo canalicen, sin que lo "escolleen", sin que le hagan analíticas con jeringuillas de huerto privado, sin que lo saqueen como bandoleros.

Quiero...
...que le pregunten a esos pajarracos negros, enormes, si no les importa fijar su residencia en zonas costeras, que no hay pan para todos. Porque se ve que a los encorbatados que legislan ésto de la pesca, ya se lo han preguntado y no tienen inconveniente en facilitarles una vivienda digna y comida gratis.

Quiero...
...que me pongan un camión repleto de mierda en la puerta de alguna de las muchas empresas que piensan que el río es un inmenso inodoro. Ya si eso me ocupo yo de volcar la mierda en su puerta, total, si no pasa nada

Quiero...
...que los envidiosos, los difamadores, los interesados, los pelotilleros y todos aquellos que hacen que la pesca huela en ocasiones, peor que los mismos peces que muchos desalmados desperdigan por las orillas, se dediquen a la vida contemplativa, que enerva el espíritu y purifica el corazón.

Quiero...
...pescar. Solo eso. No pido mucho; solo pescar, o intentarlo, que ya sabemos que esto de la pesca es cosa de dos. Quiero pescar y que los demás también lo hagan, cada  uno a su libre albedrío, a su manera.
Y sobre todo, y por encima de todo, quiero seguir viendo cómo mis queridas truchas dan un coletazo y me dicen "hasta otra" instantes después de haberlas acariciado durante unos segundos.

Esto es lo que quiero; los locos creo que son otros.

martes, 20 de mayo de 2014

18 de mayo de 2014: Truchas de alta montaña

Aunque solo han pasado unos meses desde la última salida a un tramo de montaña, había olvidado lo duro que puede llegar a ser cuando el río baja alegre y juguetón en cuanto a caudal, sobre todo si uno anda con la espalda tocada, como es mi caso. Sin embargo, aún siendo una jornada de unas 4 horas porque mi cuerpo no aguantaba más, fue tremendamente divertido y muy gratificante el hecho de comprobar que el tramo alberga una población de truchas bastante buena.

Aunque el agua tenía la temperatura propicia para congelar las ideas al más pintado, me encontré a nuestras amigas posicionadas en zonas donde el agua ponía a prueba su fuerza. Tomaban el engaño con ganas y peleaban por deshacerse del anzuelo con una potencia que da la medida de lo bien alimentadas que andan este año; gordas y fuertes están.

En superficie no atisbé movimiento alguno, y aunque elegí la modalidad "rastreo de los bajos fondos", la situación estaba propicia para pescar a la leonesa, con corrientes y chorreras de lo más sugerentes.
Yo centré mi estrategia de pesca en escudriñar los incontables blandos que se formaban entre las corrientes, sabedor de que casi en cada lance había altísimas probabilidades de tener premio, ya fuera trucha o simple revolcón.

En resumen, una jornada muy entretenida, un río precioso y unas truchas que están como toros. Habría que analizarlas vaya a ser que estén tomando esteroides...


lunes, 28 de abril de 2014

27 de abril: río Orbigo, se anima la cosa

El primer mes de pesca de salmónidos en León en este 2014, ha sido bastante complicado por las condiciones de los caudales en la mayoría de las cuencas trucheras de nuestra provincia. Ríos altísimos, desbordados en muchos casos, deshielo furibundo, truchas apáticas... esa ha sido la nota dominante en estas primeras semanas de la nueva temporada.
En cuatro salidas que llevo, he visitado cinco ríos; Duerna, Curueño, Torío, Omaña y Orbigo. En los tres primeros, don Rosco me acompañó durante todo el ejercicio de la pesca, pero el Omaña, que ya venía más sereno, aunque algo alto, me regaló dos pintonas en dos horas escasas de pesca... justo hasta que una raiz traicionera me desgarró el vadeador por debajo de la rodilla. Sabor agridulce y para casa.

Ayer, sin embargo, la cosa cambió bastante, y no porque las capturas fueran numerosas, ya que cuatro preciosidades tuvieron la deferencia de aceptar el engaño que les propuse, si no porque noté un repunte de actividad en las truchas. A las cuatro capturas hay que sumar varios revolcones y picadas fallidas... todo en dos horas y media largas. Me hubiese quedado más tiempo, pero ayer mi espalda me castigó más de lo habitual y decidí no forzar.

Me encontré un Orbigo precioso, con unas aguas muy limpias y transparentes, eso sí, un poco alto aún.
Al igual que en jornadas anteriores, el río todo para mi. Solo coincidí con otro pescador cuando llegué con el coche y él se preparaba para empezar a pescar. Cierto es que sin nadie en el río, la paz y la tranquilidad es absoluta, pero no le faltaba razón a este pescador cuando me comentaba que es un poco triste no ver a nadie por el río con quien intercambiar impresiones y ver que ésto tiene vidilla.
A lo mejor es que pescar por el puro placer de hacerlo es cosa de cuatro locos. En cualquier caso, seguiré dando rienda suelta a mi locura.

lunes, 24 de marzo de 2014

Recetario de cuatro moscas para principios de temporada

Vaya por delante que si a alguno de vosotros, lectores de este artículo, le da por montar cualquiera de los engendros que va a ver a continuación, este humilde montador del montón no se hace responsable de los posibles bolos que a diestro y siniestro puedan caer como consecuencia de dicha decisión.

Hecha la advertencia, paso a describir las recetas de tan suculentos manjares.

EFEMERA OLIVA OSCURA
- Anzuelo: #16 tipo BL
- Hilo de montaje: oliva claro
- Cuerpo: dubbing oliva oscuro
- Cercos: gallo de León indio en tonos miel o similares
- Patas: pluma de cuello de gallo de León
- Alas: culo de pato color óxido


ADAMS A MI MANERA
- Anzuelo: #16 tipo BL
- Hilo de montaje: negro
- Cuerpo: mezcla de dubbing gris y negro
- Cercos: gallo de León pardo corzuno
- Patas: pluma grizzlie
- Alas: dos puntas de culo de pato color natural


NINFA NOBODY
- Anzuelo: #12 tipo BL
- Bola de tungsteno plata 3,3mm
- Hilo de montaje: cualquier color vale
- Cuerpo: tinsel holográfico verde montado directamente sobre el anzuelo
- Tórax: dubbing de liebre anaranjado
- Alas: culo de pato color natural


TRICOPTERO FOAM
- Anzuelo: #16 tipo BL
- Hilo de montaje: oliva claro
- Cuerpo: foam color salmón o marrón claro segmentado con dubbing oliva oscuro
- Cabeza: el propio foam sobrante del cuerpo abatido hacia atrás
- Alas: pelo ciervo


Buena pesca a todos



sábado, 22 de febrero de 2014

Normativa de pesca CyL 2014: nunca llueve a gusto de todos

Que la normativa para aguas trucheras para el presente año trae cambios polémicos es algo que no se le escapa a nadie. Tradicionalmente, los que legislan estos menesteres han tenido siempre la habilidad de volver loco al colectivo de pescadores de Castilla y León, pero creo sinceramente, que este año se está demonizando un cambio claramente positivo, y no lo entiendo.

Me refiero, lógicamente, al cambio más importante: la instauración total de la pesca sin muerte en los tramos libres. En los últimos meses, he leído algunas barbaridades en aras de una pesca extractiva cuyo componente de tradición ya no se sostiene por ningún lado. También leo con tristeza voces que dicen que este cambio va a echar del río a muchos pescadores, lo cual es cierto, pero que también me lleva a pensar que mucha gente solo baja al río para llevarse su cupo a casa, y que el disfrute de pescar por pescar queda relegado en el ostracismo. Y eso me entristece aún más. La pesca sin muerte no debería entenderse como algo peor que la pesca con muerte. Y mientras esa mentalidad no cambie, tampoco cambiará la pasividad general ante los otros problemas que sufren nuestro ríos, que son , si cabe, más graves que pescar con muerte.

Esta nueva normativa trae alguna cosa positiva como la pesca sin muerte, pero también, como era de esperar por parte de unos legisladores que no saben lo que es una escama, trae cambios absurdos motivados por el afán de quedar bien con algunos sectores de este mundillo.
Los recién creados AREs (Aguas de Régimen Especial) dejan patente la estulticia que pulula por los despachos de Medio Ambiente: es la zanahoria que se le pone al burro con un palo y una cuerda. Ya que han decidido mantener algunas zonas en las que poder pescar con muerte (obviando los cotos), lo lógico es no poner trabas en forma de pase de control, solicitudes por teléfono o presenciales y demás parafernalia burocrática. Eso si es tener mala baba y ganas de tomarle el pelo al personal. Para mi, los AREs son una soberana chapuza.

Otra cagada con letras mayúsculas, aunque ya viene de lejos, es la prohibición de pescar a cebo en las zonas sin muerte... que van a ser la mayoría. Es una forma encubierta de acabar poco a poco con la pesca a cebo, sabedores de que este colectivo pesca, mayoritariamente, con muerte. Pasito a pasito se hace camino, y en los despachos tienen claro cómo va a ser el viaje entero. Los siguientes en caer, en uno o dos años, serán los pescadores de cucharilla. Penoso.

En resumen, pare éste que escribe, la normativa solo tiene un par de cosas buenas: pesca sin muerte y denominación clara y concisa de la pesca a la leonesa. Pero en su conjunto, sigue siendo un cúmulo de despropósitos; algún acierto casi casual, mezclado con una batería de sin sentidos que no tiene parangón.
En lugar de crear nuevos articulados con la clara intención de hacer su santa voluntad sin que se levanten muchas revueltas, los que legislan esta afición, deberían ser valientes de una vez por todas y ceñirse a una frase que resume lo que sería una situación consecuente y acorde con nuestros tiempos: pesca sin muerte a todas las modalidades. Pero como he dicho, para eso hay que ser valientes.

Otro día hablaremos de los cormoranes, las depuradoras, los vertidos, los furtivos, la gestión del agua, las escolleras...