lunes, 18 de marzo de 2013

Disertaciones sobre la pesca con muerte

Hay una frase de una oración que dice "...es justo y necesario, es nuestro deber y salvación...", la cual me hace reflexionar el por qué de esa dificultad para entender algo que es notoriamente ineludible.
Como dice la oración, es justo y necesario, con los tiempos que corren, abandonar desde ya la pesca extractiva. Es nuestro deber moral y la salvación de las truchas... bueno parte de su salvación, porque sería inocente por mi parte afirmar que ese es el único problema.

Llevarse el cupo es legal. Lo sé y lo respeto. Pero también sé que esa legalidad lleva un poso cargado de un pensamiento retrógrado. No se sostiene tal actitud si no es para satisfacer el ego o para llenar los arcones.
Hay quien piensa que la licencia de pesca sirve para eso, principalmente. Craso error; la licencia te habilita para pescar; llevarse cuatro truchas es un regalo que nos da la Administración por añadidura. Luego allá cada cual con su conciencia y con su manera de entender y disfrutar la pesca.

Hace varias décadas, el componente de subsistencia que tenía la pesca era mayor que el de mero entretenimiento. Actualmente las cosas son tan distintas que me cuesta entender que alguien no lo entienda (esta frase parece una "greguería") aunque se lo pongas blanco y embotellado. Yo lo entendí en su día y no me costó demasiado trabajo. Y soy un tío normal, ni más listo ni más tonto. ¿Entonces?

Entonces se me ocurre que los que eligen sacrificar sus capturas conocen las consecuencias que supone esa actitud hacia el medio fluvial pero su orden de prioridades va por otro camino muy diferente. Pero es legal, y como es legal nunca diré una palabra más alta que otra, solo intentaré poner sobre la mesa mi forma de ver  las cosas, con serenidad y educación.

Solo les pido a esos pescadores que cuando tengan una trucha en la mano,y antes de hacer un movimiento seco para desnucarla, que cierren los ojos y piensen unos instantes si su objetivo cuando bajan al río es ese.

Puede que más de uno se lleve una sorpresa y se de cuenta de que lo que realmente quiere hacer es algo tan simple y tan bello como pescar. Pescar y nada más.

17 comentarios:

  1. Simplemente... fantastica reflexión.
    Saludos.

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    1. Gracias amigo. Esto me lleva a pensar que, una vez más, que nos empeñamos en involucionar, cosa que, encima, es más complicada de hacer que lo contrario.
      Un abrazo

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  2. Voy a seguirte de cerca me gusta tu reflexión, por que transmitir esto es lo realmente falta entre los pescadores.

    Saludos.

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    1. La gente hasta una cierta generación, puede llegar a cambiar de opinión y ser capaz de ver las cosas de otro modo. La generación de los muy veteranos, con tods mis respetos hacia ellos, es mucho más complicada de convencer porque lo llevan mamando desde que nacieron.

      Gracias Víctor

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  3. Seguro que mucha gente aun leyendolo no son capaces de entender nada. Asi nos pinta!! Gran relato. Enhorabuena

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    1. Si al menos les remueve algo dentro de sí mismos y les hace pensar un rato, me doy por satisfecho. Un largo camino empieza por un paso muy corto.

      Saludos

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  4. !!Simplemente genial Carlos,muy buena reflexión ese es un sentimiento del cual todos deberíamos aprender!!

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    1. Amigo Víctor, hay muchos que saben lo que moralmente deberían hacer, pero el uso y costumbre es, a veces, más fuerte.

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  5. Echaba de menos tus entradas. Bienvenido de nuevo.
    Saludos!!

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    1. Jejeje, estaba ibernando como los osos de Babia.
      Salu2

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  6. La misma satisfacción que tengo al engañar a la trucha, con una mosca echa por mi. La tengo al abrir la mano y verla marchar...

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  7. Buena reflexión la cual comparto al 100%, esta entreda debería ser palabra de Dios,

    saludos y bienvenido de vuelta al bloggeo

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    1. Jajaja lo dejaremos en palabra de pescador.
      Un saludo para ti, Mario. En breve nos leeremos nuestras andanzas pesqueriles

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  8. Así es Carlos. Tocar y soltar. Quién quiera truchas para comer ahora hay hasta piscifactorías que crían truchas ecológicas y deliciosas.

    Bajamos a los ríos a otra cosa muy distinta. A sentir la vida que hay allí, a tocar truchas y sentir que hay vida en ellas y también a sentir nuestra propia vida, que tantas veces olvidamos.

    Un saludo. R.

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    1. Tocar y soltar. Me gusta la frase. Tan fácil... y tan difícil. El arraigo ancestral tiene un poder enorme. En mi opinión, el cambio total de mentalidad solo se podrá dar con uno o dos cambios generacionales.

      Un saludo

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  9. Buena Reflexion
    La pesca es engañar a la trucha con la mosca, vencer su pelea y despues darle el indulto a tan digno rival no sin antes inmortalizarlo en una foto
    Saludos desde Mexico

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