Aunque el agua tenía la temperatura propicia para congelar las ideas al más pintado, me encontré a nuestras amigas posicionadas en zonas donde el agua ponía a prueba su fuerza. Tomaban el engaño con ganas y peleaban por deshacerse del anzuelo con una potencia que da la medida de lo bien alimentadas que andan este año; gordas y fuertes están.
En superficie no atisbé movimiento alguno, y aunque elegí la modalidad "rastreo de los bajos fondos", la situación estaba propicia para pescar a la leonesa, con corrientes y chorreras de lo más sugerentes.
Yo centré mi estrategia de pesca en escudriñar los incontables blandos que se formaban entre las corrientes, sabedor de que casi en cada lance había altísimas probabilidades de tener premio, ya fuera trucha o simple revolcón.
En resumen, una jornada muy entretenida, un río precioso y unas truchas que están como toros. Habría que analizarlas vaya a ser que estén tomando esteroides...
Buena jornada compañero, cierto es que están muy peleonas, enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos
Precioso entorno, que pena que esas molestias de espalda no te hayan dejado sacarle más partido a esas aguas.
ResponderEliminarUn saludo Carlos, y a mejorarse.
Me alegro que te divirtieses, al final parece que te fué bien el cambio de escenario.
ResponderEliminarGracias a todos. Lo de la espalda... es que estoy ya un poco viejuno jejeje. Jorge, me decidí a última hora al ver que el Esla empezaba con el sube y baja de caudal.
ResponderEliminarMe gusta tu artículo y lo he compartido en "mis círculo de google", pescar en solitario, disfrutar del paisaje y de las truchas, sentir el río y divertirse es algo que se puede decir no está al alcance de todos.
ResponderEliminarUn paraíso, una maravilla de las que todavía podemos disfrutar en León si hacemos los deberes pescadores y Administración.
Por cierto que fotografía más hermosa....Torio....Curueño, Luna, que más da un verdadero placer para los sentidos.
Lo de la espalda te comprendo ya sabes el porqué....pero lo de "viejuno", hay si pillara tus años este "jovenzuelo" jajaja.
Gracias, Venancio. La verdad que si, fue una jornada divertida en la que me quedé con ganas de estar un par de horas más, pero sabes de buena tinta que los que tenemos la espalda fastidiada, contamos con ese handicap. ¡Y qué bonitos son nuestros ríos, coño!
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