A título personal, la jornada no pudo empezar peor, ya que fue meter el pie en el agua y notar que tenía el váder, no picado; si no reventado, porque el chorro de agua que me entraba no era normal. Aguanté un par de horas en esas condiciones, más pendiente del frío que tenía que de pescar. Como no me podía meter en sitios de cierto calado (no quería que el agua me llegara a las partes nobles) me dediqué a lanzar en zonas más someras, pero pescando a ninfa, la probabilidad de tener picadas era mínima. Aún así, conseguí revolcar una trucha.
Por suerte, los contratiempos solo los tuve yo, ya que Jose encontró una poza bastante productiva, y en ella lo pasó pipa. Como estábamos un poco separados el uno del otro, cuando trincaba una, me daba un silbido, de modo que, a falta de pescarlas yo, me podía deleitar viendo sus peleas con las truchas que engañaba.
Tortilla, queso viejo, chorizo ibérico... |
Jose me dejó un váder que llevaba en el coche, que aunque tenía alguna picadura, no era el Titanic, como el mío. Intentamos hacer un apaño para aprovechar los botines de goma de mi vader de neopreno, pero no hubo forma, de modo que como medida de urgencia, acabé calzando unas zapatillas de trekking. Menos mal que Jose lleva de todo en el coche.
Vadeador desmontable: lo último en tecnología pesqueril |
Te gustó el menú ¿eh, compañero? |
Según la opinión de Jose, estaban durísimas. Por este motivo, puedo asegurar que tuve el privilegio de pescar con un maestro; si no llegan a estar duras...
Me corrigió vicios y defectos, algo que siempre viene muy bien y que pescando solo no es posible hacer. Eternamente agradecido.
Las sacó a ninfa, a seca, de frente, de espaldas... ¡qué gran pescador! Además, las truchas estaban repartidas por todo el ancho del río; pozas, tabladas, orillas...
Jose gozando a seca |
En resumen, una jornada en la que me quedó claro que, no siempre se pesca, no siempre se hacen las cosas bien, no siempre tienes todo de cara, si no lo contrario. Pero por encima de todo me quedó clara una cosa, ¡cuánto se puede aprender sin sacar un pez del agua teniendo a un compañero de jornada como Jose!