9 DE JUNIO: PORMA Y CURUEÑO

Jornada corta la de este fin de semana. Cuatro horas escasas de pesca en las que estuve con Oscar, el cual llevaba ya desde por la mañana dándole estopa. Quedé con él sobre las 16h en una zona del alto Porma, confiados en tener un buen rato de capturas. Cuando llegué me comentó que había sacado cuatro truchas, pero no le veía yo muy satisfecho.

Como llevo haciendo desde el inicio de la temporada, até dos ninfas al aparejo y, ya en el río, comencé a pasearlas por las zonas más querenciosas. Enseguida trabé dos truchitas que serían las únicas que conseguí sacar. Las dos en la misma corriente. Aún logré engañar a otras dos, pero una se fue con un piercing y otra escupió rápido.

A medida que subíamos río arriba, nos dábamos cuenta (sobre todo Oscar) de que el río no estaba muy pescable; poquísimas tiradas a ninfa, para seca, excesivamente bajo. Oscar lo intentó a tándem seca-ninfa, pero ni por esas
Decidimos pues cambiar de lugar, de modo que enfilamos hacia el Curueño bajo. La verdad es que fue más decepcionante que el Porma, el único bagaje que saqué fue el de perder dos truchas más. Resumiendo, poca trucha, río muy bajo "gracias" a las sacas de agua que le hacen año tras año y la sensación de que ese no era nuestro día. Aún así, pescar en compañía siempre es gratificante, independientemente del resultado de la jornada.

A eso de las 19:30h, Oscar dió por concluída su larga jornada de pesca. Nos despedimos y yo me quedé media hora más, para ver si era capaz de sacarle a este precioso y vapuleado río alguna truchilla. Ni por esas.

Como anécdota, comentar que ha sido la primera vez que pesco una jornada entera con la bota llena de agua ¡Qué sensación más desagradable! Oscar, según me dijo, también iba bien mojadito, pero parece que no es algo que le quite el sueño. El vicio de la pesca lo puede todo.